Desgraciadamente, al menos en esta ocasión, lo más destacable del debate no es tanto lo emitido como lo ignorado. Se han buscado participantes de indudable prestigio e interés, profesionales destacados, analistas del medio y críticos televisivos, junto con algún intelectual cuya vinculación con el tema es más o menos ocasional. También se ha contado con los consabidos testimonios de espectadores individuales, que como es habitual se utilizan para ejemplificar la variedad de opiniones y el contraste de pareceres.
Pero hay otro punto de vista que se ha ignorado llamativamente a la hora de plantear la reflexión sobre la actividad televisiva: el de la sociedad civil organizada, que lleva desde hace décadas articulando un discurso coherente sobre aspectos como los derechos de los espectadores, la calidad audiovisual, el futuro del medio o su regulación legal. Una sociedad civil organizada que cuenta con ejemplos tan relevantes como el Observatorio de Contenidos Televisivos y Audiovisuales (OCTA), plataforma que integra a más de medio centenar de organizaciones de muy diversa índole e ideología (sindicatos, de padres y madres, de infancia, de consumidores, de espectadores, vecinales, etc.) y que ha tenido un papel muy destacado, por ejemplo, en la redacción final de la vigente Ley General de la Comunicación Audiovisual. Y ello por no hablar de los colectivos que defienden el futuro de la televisión pública y que han creado precisamente esta página.
LA 2 ha perdido una oportunidad de oro para evidenciar su carácter de televisión pública; para marcar la diferencia con el planteamiento del tema que otras cadenas pudieran poner en pantalla[1]; para propiciar el ejercicio del derecho de acceso, que se supone es una de las claves de la nueva Corporación de RTVE. Y mucho más si tenemos en cuenta que, en el caso de LA 2 , las líneas básicas de su identidad corporativa pasan por considerar el canal como “una oportunidad para el servicio público” , como un espacio para dar ”voz” y “participación” a la ciudadanía.
Frente a eso, los responsables del debate de LA 2 han demostrado un desprecio por esa sociedad organizada que quizás sólo es fruto de la ignorancia. Pero no pierdo la esperanza de que alguna vez, de verdad, tengamos LA 2 que nos merecemos.
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¿Tenemos la televisión que nos merecemos?
[1] Hace escasas semanas el programa La Noria de TELE 5 dedicó una mesa de debate al futuro Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA). Los participantes en dicha mesa de expertos eran el actor Máximo Valverde, la humorista y presentadora Paz Padilla o el periodista Jimmy Giménez-Arnau. Sobran los comentarios.
