[El País]
Hay una cosa fundamental que une a los casi 1.500 empleados de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA), a la treintena de directivos y a la industria auxiliar: la imperiosa necesidad de hacer sostenible la principal empresa audiovisual de la región. Una vez solucionado el conflicto sobre la representatividad de los trabajadores, dirección y comité quieren cerrar el convenio colectivo, un acuerdo bloqueado desde verano que sentaría las bases para afrontar el futuro de la entidad y le daría una estabilidad que necesita. El marco general es común al resto de televisiones: una norma que obliga al equilibrio financiero, una reducción de aportaciones de los Gobiernos y una rebaja sustancial de los ingresos por publicidad. En este contexto, los entes han adoptado diferentes caminos para afrontar dos capítulos fundamentales: personal y producción.