En este segundo lote de nombramientos que han copado los informativos de la televisión y de la radio pública y para que no nos acusen de rencorosos compulsivos que vamos ladrando por las esquinas, nos hacemos eco de los que dicen que entre tantos agraciados hay algunas excepciones excepcionales que además de confirmar la regla, no pueden ni deben ser en rigor tratados a secas como genoveses originales y genuinos.