[El País]
La corporación RTVE está obsoleta. Así lo percibe su accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que es propietaria del 95,7% de las acciones. Dice que no ha sabido adaptarse al cambio de hábitos de los usuarios ni a un entorno audiovisual en transformación y, además, su estructura está desajustada tanto si se compara con otros operadores tradicionales como si se mide con nuevos actores del sector. Solicita que RTVE aborde “un plan estratégico o plan de futuro” para dar respuesta a los retos “internos y externos” a los que se enfrenta la televisión pública, cuya situación patrimonial es delicada.
En su informe de evaluación de la gestión de RTVE, que fue debatido en el seno del consejo de administración de la corporación en julio, la SEPI admite que el ejercicio 2015 ha sido “complejo” y resalta que el calendario político, marcado por las elecciones generales del 20 de diciembre “no ha sido el más favorable” para abordar los problemas de fondo de la televisión pública.
Según critica la SEPI, este sistema, que suprimió la publicidad de TVE y a cambio impuso tasas a los operadores de telecomunicaciones y a la televisión privada, “continúa planteando serias dificultades debido a su inestabilidad y a su indefinición y falta de transparencia en cuanto a la determinación de los ingresos, lo que no permite adoptar decisiones operativas a largo plazo”.
En el plano patrimonial, RTVE tiene también un grave problema. La SEPI no oculta que la situación al cierre de 2015 “ha vuelto a ser delicada”. El patrimonio neto de la corporación es de 772 millones, lo que representa el 68,8% del capital social escriturado (1.122 millones). Con esta cifra, RTVE “se acerca peligrosamente a la situación de reducción de capital obligatoria” que marca la ley.