"No habrá ninguna coproducción nueva hasta que ARTE esté segura de que la libertad de expresión, el pluralismo editorial y la independencia de la televisión pública están garantizadas en Polonia", dice el comunicado de ARTE. Los directivos de este canal establecido en Estrasburgo, su presidente Peter Boudgoust y la vicepresidenta Anne Durupty afirman: "Sentimos profundamente tomar esta decisión. Nuestras relaciones con Polonia eran especialmente importantes para nosotros". La carta fue enviada al nuevo presidente de la TVP, Jacek Kurski.
Sin embargo, los directivos de ARTE dejan abierta la puerta. de la colaboración con la TVP, a condición de que haya una vuelta a la normalidad plural y libre en la televisión polaca. "Esperamos poder trabajar estrechamente con la TVP en los próximos meses", afirman en el mismo mensaje.
El acuerdo de asociación y colaboración entre ARTE y la TVP tenía como objetivo mantener "la producción y difusión de programas de calidad en Europa". ARTE sostiene diversas iniciativas en el mismo sentido. El canal estrasburgués emite ya programas con subtítulos en inglés y español. En otoño, empezará Arte po polsku, una oferta de programas subtitulados en lengua polaca.
Hacia los "medios nacionales"
Con obsesiva urgencia, el gobierno ultraconservador de Polonia ha sometido a los medios de la radiotelevisión pública a una serie de reformas precipitadas. Tienen como objetivo –afirman- la "repolonización" y la conversión de los medios públicos en "medios nacionales". Según la propia declaración de un portavoz gubernamental, se trata –dicen- de "cambiar la narrativa"; es decir, de fomentar la propaganda de los valores considerados tradicionales por los ultraconservadores polacos. Todos los empleados de la TVP deben pasar un proceso de revisión y examen sobre su adecuación a los valores tradicionales que preconiza la mayoría parlamentaria dominante.
Es decir, se trata de una purga masiva. El gobierno controlará la TVP a través del ministro del Tesoro, que ya nombró ya a los nuevos ejecutivos de la televisión y la radio públicas, entre ellos el antes mencionado Jacek Kurski.
Alarma europea
La Comisión Europea ha iniciado el procedimiento preliminar que podría conducir a negar el voto a Polonia en asuntos europeos. Aprobado tras los pasos similares dados -hace algunos años- por Viktor Orbán en Hungría, es improbable que las autoridades europeas lleven a término las sanciones previstas en ese procedimiento comunitario. En principio, se trata de que la UE garantice el mantenimiento del estado de Derecho en un país miembro.
Diversas organizaciones polacas e internacionales ya han expresado su alarma total. Andrzej Bilik, de la Asociación de Periodistas de la República de Polonia (SDRP, según sus siglas propias), afirmaba ya a mediados de diciembre: "La caza de brujas ha empezado en la TVP". Bilik señaló que hay órdenes para que los periodistas considerados críticos "desaparezcan de las pantallas". Un ejemplo reciente fue el cese provisional de una presentadora, Karolina Lewicka, que cuestionó al viceprimer ministro y ministro de Cultura, Piotr Gliński, por una decisión contraria a la emisión de una determinada producción teatral.
La Federación Europea de Periodistas ha expresado su preocupación por la situación en la TVP. También por un escándalo relativo al espionaje de periodistas y otros profesionales en Polonia. Al menos 80 personas, sobre todo periodistas, abogados y familiares de todos ellos, han sufrido esas escuchas por parte de dos unidades policiales distintas.
La Federación Internacional de Periodistas, y su rama europea, la FEP, han sometido el caso a la consideración del Consejo de Europa, que tiene un mecanismo de denuncia para la seguridad y protección de los periodistas.
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