[Terra]
Pese al consenso sobre su mala calidad, la presencia creciente en las televisiones de Iberoamérica de la telerrealidad y la información rosa preocupa por su claro éxito mediático y su clara expansión.
La llamada "Televisión del Siglo XXI" ha echado raíces en América. Luego de su triunfo en Estados Unidos y España, a partir de 2002 los mercados sudamericanos han sido invadidos por las telenovelas y por programas de la llamada telerrealidad, término que define programas estilo Gran Hermano, casos judiciales y chanchullos familiares resueltos por conductoras en el papel de fiscal, u Operación triunfo, entre otros.
Su crecimiento es asombroso en Brasil, Colombia, México y Perú, y el impacto crece también en Centroamérica y el Caribe, aunque países como Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela todavía sean focos de resistencia, entre otras razones, por asuntos relacionados con el rumbo y destino que a la comunicación social pretende imponer la ideología de sus gobiernos.