La Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-15) de la UIT, reunida en Ginebra, ha garantizado la reserva de espectro para la TDT al menos hasta el año 2023 en la zona geográfica que comprende a Europa.
El gran debate, en el que más de 150 gobiernos han debido fijar posición, radicaba en decidir si la banda de 470-694 MHz (UHF) se mantenía para uso exclusivo de la radiodifusión, que es lo que defendían los operadores audiovisuales, o se iba a un modelo "flexible" en el que dicho espectro pudiera ser también compartido por los servicios de banda ancha móvil.
Tras esta aparentemente positiva "flexibilidad", el temor de muchos era que la co ocupación del espectro supusiera una amenaza clara para la supervivencia de la TDT y su desarrollo tecnológico, cuya oferta, en estos momentos, permite a millones de espectadores en toda Europa acceder a una oferta televisiva amplia, variada y gratuita; beneficiarse del servicio público en el ámbito audiovisual, y contar con un sistema comunicativo que garantiza la cohesión social y el acceso universal a contenidos culturales y de ocio.
La decisión de la CRM, por tanto, es una buena noticia para el conjunto de los ciudadanos como telespectadores y radioyentes, y permite una evolución razonable en el ámbito de las comunicaciones electrónicas. Una evolución que no condene prematuramente al modelo televisivo a la desaparición o a la marginalidad, en favor de satisfacer un crecimiento de las demandas de la ciudadanía en el ámbito de las telecomunicaciones que sin duda es exponencial, pero que en muchos casos está sobreestimada.