Precisamente, Uteca presentó recientemente un estudio, realizado también por  la consultora Deloitte, sobre el sistema de televisión pública (estatal y regionales) en los principales países de Europa. De dicha comparación surge la propuesta de un modelo que consiste en la creación de un canal público de cobertura nacional al que se sumen las televisiones autonómicas.

Este canal emitiría en lengua española y la participación de RTVE implicaría, además, que la emisión fuera sin publicidad. Cada señal autonómica que pasara a la común supondría que al menos un canal autonómico en emisión de esa  Comunidad desaparecería automáticamente.

Desconexiones
Por lo que se refiere al modelo de producción, la propuesta es que se cubra una programación diaria completa que crearan RTVE y las distintas televisiones autonómicas públicas que se adhirieran a la señal común.  Pero esto no quiere decir que el canal que se adhiera a la señal única se vea obligado a no intervenir en su programación, ya que la posibilidad de realizar desconexiones autonómicas aportaría flexibilidad y permitiría que cada televisión pública autonómica utilizara el canal común en su totalidad o de manera parcial, según prefiera.

Este modelo que proponen las televisiones comerciales se basa, según el informe, en dos objetivos: reducir los costes en transmisión de señal e impulsar el aprovechamiento de los recursos de producción. ¿Cómo se pueden aprovechar esos recursos? Según el informe, incrementando la programación de producción propia e incluso mediante programación conjunta de contenidos propios.

El análisis comparativo realizado en el estudio de Deloitte indica que tanto Alemania como Reino Unido han resuelto el asunto de  la televisión pública regional con un solo canal, mientras que en España el número de canales por autonomía es más del doble que en dichos países. Éstos, además, favorecen la producción propia mientras que nuestras televisiones autonómicas se parecen más a las comerciales.

Por lo que se refiere al coste, este mismo informe, refiriéndose a datos de 2009, concluía que el coste bruto por hogar es más del doble en España que en Alemania. A este respecto, cabe recordar el informe económico que Uteca presentó el martes, que indica que en el año 2010, las televisiones públicas perdieron 536 millones de euros. Ahora bien, si se tienen en cuenta las subvenciones recibidas por el conjunto de las cadenas públicas  y los 396 millones de euros en concepto de aportaciones al patrimonio que hicieron los gobiernos autonómicos, las pérdidas ascienden a 2.454 millones de euros.

El coste neto para cada hogar español fue en 2010 de 152 euros, pero si nos referimos a cifras brutas, fue de 168 euros.