CARLOS ELÍAS Y XOSÉ SOENGAS
Existe un viejo proverbio guerrillero que dice que nadie renuncia a sus privilegios aunque se demuestre que son injustos, hay que arrebatárselos. Los políticos españoles tampoco quieren renunciar al control de RTVE, por eso hay que impedir que sigan teniendo ese privilegio, porque es una característica propia de los regímenes totalitarios.
No se trata de criminalizar la política, pero es necesario denunciar el secuestro que se hace de los medios públicos con el objetivo de controlar la información y convertirlos en aparatos de propaganda del Gobierno. El espectáculo formado para elegir presidente de RTVE evidencia hasta qué punto les interesa a los partidos convertir el ente público en una plataforma electoral. El comportamiento vergonzoso que protagonizaron las formaciones políticas demuestra que son necesarios, y urgentes, muchos cambios en la sociedad para que los representantes de las instituciones y de los partidos comprendan que se deben a sus electores. La obligación de los políticos es garantizar que el bien común prevalezca por encima de los intereses particulares, y en las propuestas para dirigir RTVE demostraron todo lo contrario.