En segundo lugar, RTVE tiene una gran oportunidad fuera de España. Como embajadora de la cultura y forma de ser española y de sus territorios. El español, nuestra lengua común es hablada por 450 millones de personas y es la tercera más utilizada en Internet. RTVE debe ser el vehículo por el cual podamos mostrar nuestra diversidad cultural, lingüística, culinaria, científica, artística, en la moda, en el turismo... Todo ello mediante la muestra de la producción audiovisual hecha en España.
Por todo ello, RTVE tiene que reforzar su inversión en sus canales internacionales generando producción específica para cada uno de ellos dependiendo de los continentes a los que van dirigidos.
Para convertirse en esta plataforma del conocimiento creado desde España, RTVE tiene que generar una red de acuerdos con las instituciones públicas y privadas, del Estado, autonómicas y municipales. Universidades, fundaciones, escuelas, museos, hospitales, instituciones científicas... del ámbito artístico, científico, empresarial, sindical, organizaciones humanitarias, I+D+i. Esos acuerdos deben extenderse a las instituciones europeas tanto de la UE como nacionales de los otros miembros. Importante recuperar nuestra posición en UER (Unión Europea de Radiodifusión).
Tercer pilar, el Instituto Cervantes y embajadas de España. Toda esta acción conjunta de EFE y RTVE debe asentarse también en nuestra red cada vez mayor de centros de enseñanza de español en el exterior. Sobre la base de la coordinación con el Cervantes también generaríamos una red con las escuelas privadas y universidades del mundo que enseñan español.
¿Y cómo haría todo esto RTVE? Primero gracias a un acuerdo político que restaure su independencia y al más potente instrumento que tiene en sus manos: rtve.es. La radio y la televisión públicas no serán nada si no aceptan que nuestro presente y capacidad de desarrollo futuro, son digitales. RTVE ha destruido en el último año y medio parte del extraordinario trabajo que se había realizado desde 2008 en este campo. Falta de inversión, cambios en su estructura directiva por motivos ideológicos y partidarios, han empobrecido lo mejor que se había construido desde el nacimiento de la corporación. Es urgente, radicalmente urgente, que se restablezca la normalidad en este terreno y rtve.es recupere su capacidad de inversión, expansión, consolidación e independencia.
Si RTVE no es digital, no será.