Junto a las demandas puramente económicas o laborales, la representación sindical debe velar porque RTVE cumpla fielmente con el servicio público que tiene encomendado por ley, que da sentido a su actividad y es garantía de sostenibilidad.
Hasta ahora, han sido los Consejos de Informativos de TVE, RNE y iRTVE, quienes han denunciado, en multitud de informes, la censura, manipulación y malas prácticas de los responsables editoriales. La última ocasión, esta pasada semana, a raíz de la retirada de la parrilla de dos capítulos previstos del programa “El escarabajo verde”, en los que se daba voz a organizaciones no gubernamentales en defensa del medio ambiente.
Instituciones como el Instituto Internacional de Prensa o los Consejos Audiovisuales de Andalucía y Cataluña también han puesto de manifiesto la parcialidad de los contenidos informativos de RTVE, siempre a favor de un determinado partido y con la voluntad de silenciar las protestas sociales y ciudadanas.
Como consecuencia, RTVE ha dejado de ser la referencia en los grandes acontecimientos informativos y especialmente en los relacionados con procesos electorales. En momentos en que la ciudadanía reclama, más que nunca, información veraz y plural, imprescindible para la formación de la opinión y el ejercicio de los derechos democráticos, RTVE ha perdido la confianza y la credibilidad de la audiencia, atributos que cuesta muchísimo obtener y que la actual dirección ha dilapidado con su gestión sectaria.
Consecuencias laborales
Además, desde hace tiempo comprobamos cómo la gestión partidista de RTVE y la represión de las críticas internas a la misma tienen graves consecuencias que exceden del ámbito profesional para entrar de lleno en el laboral.
Es así, por ejemplo, cuando la dirección de Recursos Humanos sanciona a un informador por denunciar la manipulación en un correo interno; cuando se traslada de destino a la editora de un Telediario o cuando un alto directivo compara a los representantes sindicales con terroristas.
También cuando se invierte dinero público del presupuesto de RTVE para contratar a dedo a redactores y conformar una verdadera “redacción paralela”, mientras la falta de plantilla en las mismas áreas de producción de los Informativos pone en peligro la emisión de los programas diarios o la cobertura informativa en centros territoriales.
Defensa del servicio público
El Comité Intercentros de RTVE considera que las malas prácticas informativas, la manipulación y la censura perjudican a RTVE tanto como la venta irresponsable de su patrimonio, la falta de planificación de medios o la falta de financiación, y son una amenaza para su sostenibilidad.
Llegados a este punto, y ante la cercanía de una nueva convocatoria electoral, la representación sindical cree que es el momento de denunciar públicamente esta situación y a los culpables. Porque la lamentable situación de RTVE tiene responsables y no son los trabajadores de esta casa. Empezando con el presidente, Jose Antonio Sánchez, seguido de los directores de TVE , Eladio Jareño; RNE, Alfonso Nasarre; José Antonio Álvarez Gundín, director de SSII de TVE; Sergio Martín, director de 24H y On line; Francisco Almoguera, subdirector de Información de la web; el director de Informativos de RNE, Alberto Martínez; y el director de Informativos No Diarios de TVE, Genaro Castro.
El Comité Intercentros de RTVE quiere hacer saber a la ciudadanía que los trabajadores y trabajadoras de RTVE lo pueden hacer mucho mejor, pero no les dejan; que en RTVE sigue habiendo profesionales capaces de producir información veraz, independiente y plural. Pero que la única manera de poder hacerlo con garantías es con una dirección que cumpla con lo que la ley exige de un servicio de comunicación público, financiado con dinero de todos e imprescindible para la buena salud democrática.
24 mayo 2016
