“En un programa electoral sólo se marcan líneas generales. En todo caso, no tiene sentido lanzar ninguna propuesta ahora cuando la UE va a tumbar esa tasa”, aseguran a El Confidencial fuentes internas del partido. Una reflexión que explica por qué el aspirante popular, Mariano Rajoy, no ha incluido una sola palabra en su hoja de ruta sobre el futuro de la Corporación.
Es más, hay inquietud en Génova por si hubiera que reintegrar a las compañías los fondos desembolsados hasta ahora para sufragar la televisión pública. “Ni siquiera sabemos si se ha gastado ya lo que las telecos y las cadenas han pagado en estos dos años y cuál es el plan del PSOE si toca devolverlo”, aseguran estas fuentes. La Comisión Europea anunciaba en marzo que llevaría a España ante el Tribunal de la UE por no haber suprimido la tasa a los operadores de telecomunicaciones dentro del nuevo sistema de financiación de RTVE. Bruselas considera que el nuevo impuesto no está en línea con las normas comunitarias, ya que supone una doble imposición a las empresas y no se emplea en financiar costes de regulación del propio sector.
“Ni las empresas de telecomunicaciones ni Uteca [la patronal de las televisiones privadas] van a renunciar a que se les devuelva lo que ya han pagado, si se les da la razón”, asumen fuentes del PP, que se preparan para lo peor. Según recogen las cuentas de la televisión pública presentadas recientemente al Registro Mercantil, los operadores de telecomunicaciones debían financiar la cadena con 187,91 millones de euros en 2010. Y cumplieron. Prácticamente todo el montante –equivalente al 0,9% de sus ingresos brutos- se desembolsó. Las televisiones privadas fueron menos escrupulosas. Les tocaba poner sobre la mesa 90,78 millones de euros, de los que a 31 de diciembre de 2010 estaban pendientes de cobro 47,41 millones. Durante los meses de 2011 hasta el cierre de las cuentas se habían recuperado 31,6.
En todo caso, los máximos responsables de la cadena minimizan el riesgo en la Memoria incluida en las cuentas anuales. “Los Administradores de la Corporación RTVE consideran que se trata un recurso de incumplimiento, por lo que en ningún caso podría dar lugar a la devolución de lo recaudado por la CMT [Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones] y, menos aún, a la recuperación de los devengado en 2010 por la Corporación RTVE en relación con las aportaciones de estos operadores de telecomunicaciones”, reza el documento. La preocupación en la casa es cero, en tanto el dinero no va a faltar. Si se reduce la aportación de las telecos, la ley de financiación fija que “se completará el resultado previsto de ingresos de cada año con fondos provenientes del Presupuesto del Estado”.
Sin publicidad, pero ¿con patrocinios?
Rajoy sí ha dejado claro a las televisiones privadas, con las que se ha reunido en fechas recientes, que no recuperará los anuncios en RTVE si es elegido presidente. Eso sí, figuras importantes del PP en el sector audiovisual no descartan utilizar fórmulas nuevas que permitan hacer caja sin volver al modelo anterior. “Trabajan en ideas como el patrocinio. Por ejemplo, permitir un anuncio de entrada y otro de salida de ciertos programas. Así se conseguiría, por un lado, no soliviantar ni a las privadas ni a los espectadores; y por otro, lograr otras fuentes de ingresos para no depender exclusivamente de la tasa impuesta a las telecos y las televisiones”, aseguraban a este diario el pasado mes de abril fuentes internas de la casa.
“Nosotros siempre fuimos partidarios de mantener los patrocinios cuando se negocio la Ley de Financiación”, constataban ayer fuentes internas de partido, sin dar más precisiones. “En un programa no se puede bajar al detalle, pero sí se deja claro que vamos a defender la libertad. Por ejemplo, que las televisiones autonómicas puedan decidir sobre su propio presupuesto. Ya intentamos incluirlo en la Ley General Audiovisual”, añaden estas fuentes. El PP establece en su paquete electoral que se pondrán en marcha las “reformas legislativas necesarias para que las administraciones autonómicas y locales tengan libertad para adoptar nuevos modelos de gestión (…) que permitan la entrada a la participación privada”.
Los populares añaden, en términos genéricos, que estudiarán “la viabilidad económica del actual modelo de televisiones públicas para redimensionarlas y adaptarlas a la coyuntura presupuestaria”, con techos máximos de gasto y endeudamiento. En el caso de RTVE, también tendrán que afrontar la designación de un presidente de peso y una renovación a fondo del Consejo de Administración, en el que casi la mitad de sus miembros tienen el mandato vencido desde 2010. Sin contar con la pérdida de credibilidad del máximo órgano de la Corporación, después de que en septiembre se otorgara el control del sistema de edición de los informativos. Una decisión que llevó a la dimisión al consejero propuesto por CCOO, Héctor Maravall.