Los británicos de entonces se informaban, se entretenían y pasaban el tiempo pegados a la radio, un medio que seguían con devoción desde la fundación de la BBC, en 1922. Pero aquel nuevo invento iría poco a poco entrando en todos los hogares.
Salvo un apagón temporal durante la segunda guerra mundial, la BBC siempre ha estado ahí, con sus series dramáticas, la actualidad a punto y
una vocación de servicio a los ciudadanos, impecable. Tres cuartos de siglo más tarde la empresa estatal posee dos canales generalistas y seis más que se pueden ver en TDT, en los que trabajan 23.000 empleados. Su influyente red mundial, la BBC World News, es un balón de oxígeno para la libertad de expresión en muchos países donde los medios locales están manipulados o silenciados por la censura. En el Reino Unido, se puede ver también un eficaz canal de noticias de 24 horas para saber lo que ocurre al instante en todo momento.
Considerada como la mejor televisión del mundo, uno de los placeres del ente británico es que su programación no se ve interrumpida por la publicidad. La BBC se financia gracias a una licencia que han de pagar obligatoriamente todos los hogares y entidades donde se recibe la señal.
Esa tasa anual alcanza en estos momentos los 170 euros, cantidad que fija el gobierno y aprueba el parlamento. El pasado año, tras largas conversaciones, los directivos de la cadena aceptaron que el precio de la licencia se mantenga sin incrementos durante los próximos seis años, lo que supondrá una merma importante de ingresos.
Las dificultades financieras son hoy una amenaza para el funcionamiento de la BBC. Sus responsables se han comprometido a recortar en un 20% los gastos en los próximos cinco años. Hay restricciones de personal, de recursos y de emisoras. El director general, Mark Thompson, anunció el pasado mes un nuevo recorte de 2.000 empleos en los próximos seis años. Eso, a pesar de tener que atender una compleja distribución de noticias (internet, twitter, móviles...) cada vez más diversa y exigente. Los recortes también obligarán a abaratar la programación con más repeticiones y menos producciones nuevas. En este sombrío panorama y en medio de la actual crisis económica, la BBC lanzará el próximo añoun nuevo sistema para adaptar la tele por internet a las pantallas del televisor. El servicio, Youview, se ofrecerá en colaboración con el resto delas cadenas británicas. Los espectadores podrán tener en el televisortoda la programación que ofrecenen estos momentos los canales en lared. Series, programas y películas sepodrán ver en el momento que se desee, sin depender de los horarios de la parrilla. El ambiente no está precisamente para celebraciones pero,en su 75 aniversario, la BBC sigue mirando al futuro.