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La radiotelevisión de servicio público es imprescindible en una sociedad democrática para promover la cohesión social, el pluralismo político, la diversidad cultural y lingüística, satisfacer el derecho a la información del público y las necesidades de entretenimiento acorde con los valores democráticos.

Profesionales y expertos en comunicación se han mostrado críticos con el actual modelo de financiación de RTVE y han abogado por una financiación pública directa, que supere sus incógnitas y servidumbres y asegure la supervivencia y al sostenibilidad de la radio y la televisión públicas. Es una de las principales conclusiones de la jornada sobre La radio y televisión pública y la democracia española, organizada en Madrid por el foro Teledetodos, que agrupa a profesionales  de la comunicación, académicos y organizaciones sociales en defensa de la televisión pública. Estas jornadas se celebraron el pasado dia 11 de Mayo en el Centro UNED Madrid- Escuelas Pías. 

Reproducimos este artículo del mundo, de fecha 11 de Mayo de 2011, en referencia a las II Jornadas de Teledetodos

Cuando se aproximan comicios fundamentales para la ciudadanía española (autonómicos, locales, generales), el servicio público de radiotelevisión sufre la peor situación desde la transición democrática. RTVE, que había cumplido por fin su reforma integral atraviesa la crisis financiera más aguda de su historia, y las televisiones autonómicas se enfrentan por su parte a la general incomprensión de los partidos y los gobiernos, encerrados en la dinámica entre manipulación y privatización.

La verdad es que esta iniciativa de crear un portal donde podamos defender la televisión pública de los múltiples ataques que viene recibiendo en los últimos tiempos me parece una iniciativa acertada. Se podrían añadir más adjetivos, como democrática, cultural…..pero sería devaluar lo de acertada, mucho más general y que sirve para aplaudir a sus creadores con generosidad.

Teledetodos ha presentado en la sede del Consejo Económico y Social (CES) el Manifiesto en Defensa del RTVE, leído por la Presidenta del Consejo de Consumidores y Usuarios, Francisca Sauquillo, en el marco de unas jornadas sobre el futuro del servicio público de comunicación  audiovisual. Dichas jornadas han contado con la participación, entre otros, de los catedráticos Enrique Bustamante y Agustín García Matilla; del presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación, Alejandro Perales; de los miembros del Consejo de Administración de la Corporación, Héctor Maravall y Santos Ruesga; de profesionales de RTVE como Rafael Díaz Arias y Juan Cuesta, y de representantes de las secretarías de comunicación de CCOO (Luis María González) y UGT (Carlos Ponce).

Durante toda su historia la televisión en España ha gravitado en torno al agujero negro del servicio público. TVE pretendía llenarlo con un mandato específico, pero la manipulación política y su financiación publicitaria (su producto, era pues, audiencia para vender a los anunciantes) hacían que ese territorio ideal quedara vacío, al menos parcialmente. No obstante, todo el sistema, incluidas las televisiones privadas, orbitaban en torno a este agujero negro.

Los  informativos  diarios de TVE siguen siendo líderes de audiencia, por encima de una cuota de pantalla del 17%, superando diariamente los 3 millones de espectadores en su segunda edición y consiguiendo en torno a los 2.700.000 telespectadores en su primera edición, y eso sin contar las re-emisiones en el canal 24 horas de TVE que es líder también en su ámbito de especialización y tras la desaparición de CNN+,

En nuestros tiempos, los proyectos para desmantelar los servicios públicos, todos ellos, uno tras otro, son una constante. En Estados Unidos y en Europa, en mundo occidental en sentido amplio y en la mayor parte de las llamadas potencias ascendentes. Claro está, se trata de propósitos defendidos por grupos interesados, que proclaman y repiten ideas que apenas se debaten seriamente.

Cuando en ocasiones se nos pregunta cuál es nuestra opinión sobre la situación actual del panorama de la radiodifusión en España y cuáles serían nuestras propuestas en estos momentos, suelo contestar con una frase que no deja de ser penosa: “Me conformo con que se cumpla la ley”.