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Jueves, 24 Marzo 2011 19:55

La Comunidad Académica y RTVE Destacado

Escrito por Luchino Sívori Liszewski

Proponemos en el siguiente artículo llevar a cabo un análisis sintético –pero con vistas a convertirlo en algo mucho más grande en un futuro mediato-de lo que se conoce y habla mucho por estos días con el nombre de “Participación ciudadana en los Medios de Comunicación públicos”1.

Pero nuestro énfasis no estará sobre cualquier tipo de colaboración civil –algo que ya muchos autores de todo el continente se han dedicado a estudiar y analizar a lo largo de los últimos años-, sino más bien en un tipo específico de participación, escasamente, y curiosamente también, poco estudiada en nuestro país: la participación de la Academia española en la agenda y gestión mediática.

 


1 Este artículo introductorio forma parte de una Tesis de investigación, AcademicInput:the incresingroleofacademicinitiativesinEUmulti­stakeholderMediaprocesses, Universidad de Tampere, 2011 –actualmente en proceso de elaboración‐

 

 

INTRODUCCIÓN

Antes de entrar de lleno en la materia sobre el tipo de influencia que ejerce actualmente la Universidad española tanto en la corporación pública de TV como en la agenda mediática nacional, cabe preguntarnos tres cuestiones fundamentales: ¿Por qué estudiar este tipo de participación y no cualquier otra que se inserte, por ejemplo, en el actual Derecho de Acceso de RTVE? ¿Qué importancia puede tener lo que los académicos de las Ciencias Sociales y la Comunicación puedan hacer dentro –y fuera- de RTVE? Y finalmente, ¿Existe siquiera dicha incidencia actualmente?

Preguntas similares, pero aplicadas a sus respectivos contextos audiovisuales, se han hecho muchos académicos de países como Hong Kong, Argentina, EEUU, Sudáfrica o Inglaterra, con resultados que, a pesar de sus diferencias de todo tipo, sorprendentemente se asemejan. En España no ha sido desarrollado aún un estudio sistemático sobre el Input Académico en los Mass Media, y mucho menos en la TV Pública, más allá del estudio formal –y cuantitativo por lo general-de las variables típicas como el “Tiempo dedicado al conocimiento científico en la programación de un canal”, “Programas conducidos por académicos”, etc. Pero poco se ha hablado –y mucho menos investigado en profundidad-sobre el tipo de incidencia que tenemos los académicos en las agendas mediáticas, es decir, la forma por la cual nuestros discursos e investigaciones suelen “colarse” –con todas sus variables y formas-en las agendas políticas de nuestros gestores públicos, ministros, consejos administrativos e instituciones audiovisuales.

Intentando responder, ahora si, a las preguntas antes mencionadas, podemos decir, casi repitiendo las palabras de Manuel Castells, que la participación académica en los procesos de decisión son claves para el actual contexto de la Sociedad de la Información (Castells, 1997, 2003). Y es que ya sea de forma directa o indirecta, las empresas y corporaciones –como RTVE-necesitan y necesitarán en el futuro de una asistencia cada vez mayor no sólo de profesionales del medio, sino también de investigadores, intelectuales y científicos que puedan añadir un tipo de valor – cualitativos en algunos casos, operativos en otros, estratégicos siempre- complementario al actual, desarrollado mayoritariamente por gestores, funcionarios y políticos (Braman, 2007).

La importancia de esta participación académica, pues, según el autor catalán no responderá solamente a criterios económicos –que también-, como puedan ser el excedente de capitales o la productividad, sino especialmente a estrategias perdurables en el tiempo cuyas máximas protagonistas, se cree, serán la innovación –no sólo tecnológica-, la investigación cualitativa y la sostenibilidad. En el caso particular de la TV Pública, todas estas áreas serán fundamentales tanto para mantenerse en pie frente a una competencia creciente por parte del mercado, como para desarrollar, por ejemplo, estudios de audiencia cualitativos, afianzar la relación con la ciudadanía, democratizar sus contenidos o fortalecer su papel distinguiéndose de la competencia. (Savage, 2004).

Sin embargo, y como muestran los contados estudios sobre la materia, la relación entre gestores y académicos no suele ser tan fácil y fluída (Born, 2007; Navarro et al. 1995). Abundan los ejemplos de “cortocircuitos” en la comunicación entre ambos, ya sea por causas discursivas –lenguaje de la realpolitik vs. Corpus académico denso y complejo-, como temporales –unos electoralistas y otros a largo plazo-, llegando incluso a diferenciarse hasta en los estándares de validación –partidistas por un lado, “neutrales” por el otro-.

En el caso de España se suman a estos elementos otros más estructurales, como puedan ser las actuales relaciones informales que existen entre ambas esferas. Según lo avanzado en una serie de entrevistas desarrolladas a numerosos profesionales, académicos y periodistas vinculados a RTVE2, la esfera académica española suele tener un tipo de comunicación irregular con los directivos de la corporación pública. Por lo general, se afirma, son relaciones llevadas a cabo por académicos con larga reputación en el ambiente audiovisual nacional, descartándose de esta manera otros posibles canales de mayor envergadura.

Más allá de estos contactos esporádicos y no poco conflictivos –baste recordar la serie de “contra-reformas” aplicadas por el gobierno del PSOE en su segunda legislatura-, la ligazón entre la Academia española y RTVE es en lo general débil e inconstante (Díaz Arias, 2010) Interesante sería pensar si, precisamente por este tipo de comunicaciones poco consolidadas entre gestores y académicos, se originan los actuales desbalances entre fuerzas y poderes.


 

2 Estas entrevistas han sido desarrolladas durante el año 2010 y parte del 2011, y forman parte del proyecto de Tesis antes mencionado‐ Ver Bibliografía para más información.

 

NUESTRO INPUT

Entre las prácticas más comunes se suelen citar los de asesoría técnica y consulta informativa, aunque en éste último caso se ha de tener también en cuenta el rol creciente de firmas especializadas privadas, cuyas contratos externalizados con RTVE son cada vez más comunes (CCOO, 2009). El resto de participaciones, derivadas de los estudios de investigación de los distintos departamentos y universidades, suelen pasar, casi en su mayoría, bastante desapercibidos por los gestores y políticos, así como también por muchos de los consejos audiovisuales autonómicos –y ni hablar de los canales municipales-. Entre las causas que podemos mencionar, además de las ya citadas a nivel europeo, son específicas del contexto español:

  • - Poca tradición de consulta-asesoría en materia audiovisual por parte del político a universidades (los estudios suelen ser llevados a cabo por compañías privadas; i.e: Digitalización en España-Telefónica, Banda Ancha-Orange);

  • - Nula comunicación institucional-formal entre RTVE y Academia (el IORTVE no posee aún las facultades de un departamento de investigación como los de la BBC, YLE, etc.)

  • - Falta –a excepción de Tele de Todos-de grupos de investigación específicos sobre TV Pública estatal, como sean departamentos de investigación, asociaciones, fundaciones.

  • - Escasez de estudios sobre Gestión y Estrategia de Medios –policy oriented research-.

  • - Poca presencia de académicos de las Ciencias Sociales en espacios estratégicos del sector político actual.

Todos estos factores, sumados a la ya difícil situación de la universidad en el contexto europeo, suponen un obstáculo a la hora de desarrollar posibles inputs académicos en campos estratégicos de la agenda mediática, así como también una gran infravaloración del papel del investigador social (Pettit, 2010).

 

NUEVAS PRÁCTICAS, ¿NUEVOS POSIBILIDADES?

Sin embargo, no todos los caminos van hacia la misma dirección. Según algunos autores, como resultado de estos desbalances en las formas de participación civil¬académica, están surgiendo cada vez más en el continente europeo las denominadas Redes Académicas, o como suele denominarse en la literatura anglosajona International academic Networks (Ning Yan, 2003; Klimkiewicz, 2008). Formadas en su mayoría por académicos e investigadores reputados y/o que recién comienzan, y unidos por un interés común y específico, la TV de titularidad del Estado, desarrollan a través de asociaciones o simplemente forums internacionales todo un nuevo corpus bibliográfico que está sirviendo, cada vez más, como fuentes alternativas a las ya mencionadas relaciones informales de muchos países, así como también a los tradicionales informes publicados por el EBU.

Parte de esta alternativa representan las asociaciones académicas y profesionales nacionales, como Teledetodos, que pueden funcionar según estos autores como enlaces y puntos de unión entre las distintas iniciativas científicas internacionales. Esta estrategia, cada vez más tenida en cuenta por los distintos agentes no-gubernamentales que quieren tener un rol más activo dentro de la agenda mediática de la UE, puede ser una forma de “formalizar” y/o establecer unos vínculos más estables entre RTVE y la Academia española, que hoy sólo se alcanza mediante unas esporádicas incursiones individuales.

El sistema de funcionamiento de estas organizaciones académicas no es uniforme en todo el continente, pero comparte algunas características comunes que están re-articulando, según varios teóricos sociales, las formas tradicionales de toma de decisiones y representación política (Price, Verhulst & Libby, 2007). Entre ellas, podemos enumerar:

  • - Transparencia (menos partidismos)

  • - Descentralización en la toma de decisiones

  • - Flujo de información trans-fronteriza (clave en la nueva UE)

  • - Apertura a nuevas generaciones de científicos

  • - Canales de participación-incidencia académica (en varios niveles)

  • - Oportunidad de entablar relaciones más sólidas con gestores y clase política 

  • - Sostenibilidad del trabajo investigativo (constancia, regularidad)

Estos factores pueden llegar a ser claves en la nueva forma de hacer políticas mediáticas en la UE, llegando a entablar vinculaciones estratégicas claves a medio y largo plazo en lo que respecta a las decisiones en todos sus niveles: autonómicos, estatales e internacionales. Y es que las formas de presión –lo que se conoce como lobby-y formación de ideas por parte de la Academia deberán darse, de aquí a unos pocos años, en todos esos niveles geo-políticos, alternándose y complementándose mutuamente (Biltereyst & Pauwels, 2007). El estudio de cómo encarar mejor dichas relaciones será clave si queremos ser incisivos en la defensa de una TV Pública para todos.

 

CONCLUSIONES

Hemos querido resumir, en unas pocas páginas, la idea principal que nos ha movido desde un principio a formar parte de esta comunidad que hoy nos reúne a todos bajo el lema de más TV pública para todos. Conociendo las dificultades que tiene la participación civil, no debemos descartar las aún más enrevesadas propias del ámbito académico. Esta especie de colectividad “elitista” que se mueve muchas veces según donde soplen los vientos, se encuentra hoy, paradójicamente, en un contexto difícil que pocas puertas abiertas da más allá de las puramente mercantiles y tecnológicas. Sabiendo esto, es nuestra tarea promover, desde las Ciencias Sociales y Humanidades, otro tipo de input académico, menos comercial y más orientado al ciudadano. Para esto, como hemos visto, ya no sirven las individualidades y charlas “detrás del telón”, ni las publicaciones híper-complejizadas en circuitos científicos herméticos donde la revisión y crítica se hace sólo entre nosotros, mientras parlamentarios y lobbies privados proyectan futuras desarticulaciones de la TV Pública. Junto a las informalidades, intrínsicamente propias del sistema actual representativo español, debemos sumar la participación académica organizada, trans-fronteriza, accesible a la sociedad y al político y gestor, sabiendo traducir en otros lenguajes aquello que analizamos cualitativamente.

Las redes académicas, con ayuda de las nuevas tecnologías, pueden ser los caminos. Teledetodos, pero también la nórdica RIPE o la inglesa BBC World Service Trust, representan esta nueva forma de hacer ciencias de la comunicación, compartiendo información y aportando valor estratégico para poder incidir, de forma sostenible y constante, en los procesos de decisión y política mediática de nuestro país.

 

BIBLIOGRAFÍA

  • . Ang P., H., The Academics and the Policy Maker, Southern California, International Journal of Communication-IJOC-, num.2, 2006.

  • . Braman S. et al., Communication researchers and policy-making, Cambridge, MIT Press, 2003.

  • . Castells M., La galaxia Internet: reflexiones sobre Internet, Empresa y Sociedad, Barcelona, Random House Mondadori, 2003.

  • . Díaz Arias R., Profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)-Entrevista personal: 16-10-2010.

  • . García Leiva, M., miembro de ULEPICC y Profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)-Entrevista personal: 2-11-2010.

  • . Navarro et al., Pertinencia social de la Universidad: una propuesta para la construcción de la imagen institucional, Universidad de Salta, 1996.

  • . Pettit J., Learning to do action research for social change, International Journal of Communications-IJOC-, num.4, 2010.

  • icon Descargar La Comunidad Académica y RTVE.pdf (127.04 kB)

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