Vodafone España agotó su paciencia antes de cortar por lo sano: se acabó el financiar a RTVE a costa de la cuenta de resultados. Tras denunciar y recurrir la controvertida tasa que grava a las grandes telecos con el 0,9 por ciento de sus ingresos totales, la compañía de telefonía ha decidido suspender sus servicios audiovisuales. Puede entenderse como un gesto de rebeldía, de insumisión fiscal o de sentido común, pero el caso es que el operador no perderá el próximo año los 35 millones que anualmente le cuesta la referida carga impositiva.
A través de un comunicado, Vodafone España anunció ayer el apagón de los contenidos audiovisuales en sus distintas plataformas (tanto en el móvil como a través de ADSL), debido a las pérdidas generadas por el impuesto de la tasa que viene a compensar el fin de la publicidad en la cadena pública estatal.