Portugal atraviesa una grave crisis económica y ha tenido que ser intervenido por la Unión Europea (UE) y otros organismos. Su situación macroeconómica no es tan grave como la de Grecia, pero Bruselas vigila de cerca la estrategia de austeridad basada en la contención del gasto público y los recortes sociales que lleva a cabo el Gobierno de centroderecha de Pedro Passos Coelho. En el marco de esta estrategia que provoca malestar social y protestas callejeras, el Ejecutivo conservador se fa fijado el objetivo de poner en venta muchas empresas públicas. Las privatizaciones a ultranza afectan a firmas portuguesas emblemáticas como RTP (televisión pública) y la TAP (la compañía aérea), pero también los aeropuertos y un sinfín de empresas de muchos sectores económicos, como los emblemáticos astilleros de Viana do Castelo.
Según el diario económico Jornal de Negócios, antes de que acabe 2012, el Estado venderá por unos 10.000 millones de euros los astilleros de Viana do Castelo, que emplea a 630 trabajadores y tiene una deuda de 250 millones de euros. Un grupo brasileño y otro ruso compiten por esta empresa industrial. Sobre la privatización de la televisión pública, el rotativo Expresso asegura que el Estado apenas ingresará unos 20 millones de euros, pero dejará de amortizar las pérdidas millonarias del ente. La RTP ha recibido ayudas públicas -1.000 millones de euros la última-, pero no consigue sanear sus finanzas. El grupo angoleño Newshold, propietario del semanario portugués Sol, podría ser el comprador de la RTP.
Leer la noticia completa...