[El País]
Las televisiones públicas europeas tienen ante sí un doble reto: la sostenibilidad financiera y su adaptación al ecosistema digital. Cada país tiene su propio modelo y el español no es el más caro pero sí el que más ha sufrido los recortes. Un estudio liderado por la Universidad de Santiago de Compostela desvela que el coste del servicio audiovisual español de titularidad pública, tanto estatal como autonómico, está por debajo de la media de comunitaria. RTVE y los entes regionales cuestan al año 38,9 euros por habitante frente a los 66,9 de promedio de las televisiones públicas de la UE.
Si se toma como referencia el coste por hogar o si se compara el peso de la televisión pública en el PIB, España está también en situación de inferioridad. Las familias europeas pagan de media 156,2 euros al año para sufragar la televisión pública, frente a los 98,8 euros que cuesta la española, una cantidad que se aporta de manera indirecta, a través de los impuestos. El servicio audiovisual público en la UE representa 2,4 euros por cada 1.000 euros del PIB, mientras que en España baja a 1,7 euros.