Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de la TV, considera «muy importante» que se cumpliera el calendario. Pero también reconoce que este año de TDT ha dejado claro que la planificación fue un fracaso. «La proliferación de licencias que han dado los gobiernos, desde el último de Aznar a todos los autonómicos, ha sido una desmesura. Esto, unido a la crisis, pone en riesgo el modelo y la viabilidad del sistema audiovisual».
El presidente de la ATV reconoce que, «globalmente», se debe aumentar la calidad de la oferta, y propone «aprovechar los nuevos canales para innovar, para dar a oportunidad a nuevos valores, y esto con un coste muy bajo». «De todas formas creo que estamos en una etapa de transición -finaliza-, y percibo una demanda de más calidad».
Para Sergio Talarewitz, presidente de la comisión de radio y TV digital de Asimelec, «el aspecto tecnológico ha sido un cambio complejo que se ha realizado con éxito y pocos fallos. La cobertura de la TDT está en el 98% de la población, de las más altas de Europa. El problema es que no se ha utilizado la tecnología para mejorar el uso de los canales, y la calidad de contenidos es muy baja. Es especialmente grave -apunta- que no se haya aprovechado para implantar la alta definición real y la TDT de pago, única vía para dar productos premium sin tener que abonarse al satélite o cable». Para Talarewitz, «la publicidad no da para tanto canal abierto, y el modelo no resiste».
Ricardo Vaca, presidente de Barlovento, opina que la multiplicación de canales ha provocado un exceso de la multidifusión de contenidos. «La razón es que la tele es muy cara y en tiempos de crisis, nadie invierte -explica-. Y mucho menos las teles. Si ya de por sí son conservadoras, más con este panorama de recesión. La tele no es innovadora y no asume riesgos. En el 2007, el audiovisual movió 3.500 millones de euros, y en el 2010 está en 2.570 millones, y con más canales». Pero las privadas no aportan nada y solo buscan su lucro: ingresaron por publicidad en el 2010, primer año sin anuncios en TVE, 1.931,8 millones de euros, un 24,8% más que en el 2009.
Vaca apunta que no todo es negativo: «Ha habido una aportación notable a géneros como el deportivo, el informativo e infantil. La digitalización ha permitido crear canales temáticos, y que tienen buena aceptación».
Desde el otro lado de la pantalla, este primer año de TDT ha sido decepcionante. Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), destaca la «deficiente información» por parte del Gobierno. «Mucha gente hizo una gran inversión en nuevos televisores y descodificadores que, en poco tiempo, serán obsoletos». También encuentra deficiente el contenido: «Hay más cadenas, pero la calidad es baja. Las privadas han aprovechado tener más canales para reproducir y repetir hasta la náusea contenidos de una calidad ínfima, por no decir telebasura. Y además -finaliza- no se innova. La programación no está a la altura de la tecnología».
La Associació de Telespectadors de Catalunya (TAC) apunta el fracaso de la tan anunciada interactividad, y coinciden con la AUC en que la mayor oferta se ha traducido en más reposiciones «y programas de telebasura calcados de la cadena principal». Pero ven positivo que la multiplicación de cadenas haya permitido crear canales temáticos, especialmente los infantiles. «Ahora hay más alternativas».
Descargar TDT con interferencias. elperiodico 2-4-2011.pdf (1.2 MB)
