«Tenemos claro que lo único que han demostrado las cuentas de RTVE es el fracaso completo del sistema, que es inviable y está en las instancias judiciales, lo que produce una inseguridad total», asegura Ramón Moreno, portavoz del Partido Popular en la Comisión Mixta de Control sobre RTVE. «No es que nos preocupen las cuentas de 2010; estamos muy preocupados por las cuentas futuras. El propio presidente de la Corporación reconoce que otro gobierno tendrá que resolver el sistema. Solo intentan alargarlo en el tiempo. Cada día que pasa es un día que ganan».
«Una medida apresurada»
Los más activos en defensa de la vuelta de publicidad a TVE son, como parece lógico, los anunciantes. La Asociación Española de Anunciantes (AEA) ha ofrecido en repetidas ocasiones su colaboración para ayudar a financiar la Corporación. Según la AEA, «lo que está pasando es la consecuencia de haber tomado en el pasado una medida apresurada e irreflexiva. La publicidad no debería haber desaparecido jamás de TVE. No debe de ser considerada un problema, sino parte de la solución». La subdirectora de la asociación, Lidia Sanz, considera que un retorno de la publicidad a la cadena pública no debería suponer una mera vuelta a la situación de hace unos años. La AEA, dice, propone «una vuelta parcial y controlada, no saturadora ni intrusiva, con interminables bloques de 19 minutos. La publicidad podría convivir con los bloques que sigue teniendo TVE de autopromoción, de cuatro minutos. También abogamos por que la ley permita patrocinios culturales y deportivos, pero nunca volver a lo de antes».
En el lado contrario, Uteca (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas), que agrupa a las televisiones privadas, despedía el pasado 10 de marzo a Ignacio Echevarría como presidente y hacía balance de un periodo en el que, según la asociación, la industria audiovisual española se había «homologado con sus pares en Europa». «El último y más importante de los cambios», decía Uteca, «ha sido la retirada de la publicidad de TVE, un proyecto largamente exigido por las cadenas privadas para evitar la competencia desleal que distorsionaba el mercado».
Lo cierto es que en Europa no abunda el caso español, que imita el modelo de la BBC en el Reino Unido (donde los espectadores pagan un canon anual) y, sobre todo, el francés, que acabó por superarse: «En Francia quitaron la publicidad gradualmente, no de la noche a la mañana», explica Ramón Moreno. «Allí nunca se retiró del todo, sino del “prime time”, el horario de máxima audiencia», matiza Lidia Sanz. «Luego se estableció una fecha para ampliar la medida a todo el día, pero fue prorrogada por la crisis económica. La retirada en España se realizó de forma abrupta y sorprendente. Ya existía un programa para retirarla de forma paulatina. Lo que ha ocurrido era algo que sabíamos que pasaría».
Con todo, la situación sería mucho peor si el Tribunal de Justicia de Luxemburgo fallara en contra de los intereses del Gobierno español. A la Comisión Europea no le convence el modelo de financiación de RTVE, que en 2010 recibió 575 millones del Estado, más el 3 por ciento de los ingresos brutos de las televisiones privadas, más el 1,5 de las televisiones de pago y el 0,9 de las operadoras de telecomunicaciones.
Tasa ilegal
La Comisión Europea cree que la tasa de las telecos (operadoras de telecomunicaciones) es ilegal porque la Directiva de Autorización de Redes y Servicios de Comunicaciones Electrónicas establece que solo se pueden imponer tasas a estas operadoras para sufragar determinados costes administrativos y reglamentarios relacionados con ellos, no para financiar cualquier otra cosa, en este caso la televisión. El argumento es que esta «tasa» puede afectar negativamente a las inversiones de este estratégico sector en nuevas redes y servicios avanzados, lo que podría acabar penalizando a los clientes.
La Comisión Europea no ha logrado que el Gobierno español dé su brazo a torcer e introduzca los cambios que le pide, por lo que decidió hace quince días presentar una denuncia formal ante el Tribunal, que será quién diga la última palabra.
«Como al final Luxemburgo diga que España no tiene el sistema correcto, habrá que devolver dinero a los operadores y pagar intereses. Nos preocupa y mucho», dicen desde el PP. El Partido Popular, no obstante, aún no ha dado ningún paso para que la publicidad regrese a TVE. «No lo tenemos pensado», dice el portavoz del PP en la Comisión Mixta de Control sobre RTVE. «Si llegamos al Gobierno, tendremos que replantear el modelo de financiación en profundidad, pero ahora es el Gobierno quien tiene que resolverlo». La AEA sí asegura haber mantenido encuentros con la Administración, aunque reconoce que una vuelta atrás es «complicada». «Nuestra disposición es a ayudar», insiste Sanz. «En su día montamos una plataforma, “Sin publicidad en televisión perdemos todos”, que vuelve a estar a disposición de la industria. De momento, hablamos y lanzamos mensajes, aunque admitimos que es complicado que un Gobierno dé marcha atrás».
Desde la AEA esgrimen otro argumento a favor de la publicidad: «En una situación de crisis, hay que incentivar el consumo. TVE era una ventana enorme, más aún para determinados públicos, como los niños y los mayores de 40 o 50 años, y en sectores de gran consumo, que son los más castigados».
Otro aspecto que preocupa al sector es la situación dominante de las grandes cadenas, las mayores beneficiadas por la situación actual. El problema se acrecentó por la fusión de Cuatro y Telecinco, empresas de capital italiano (con participación mayoritaria del Grupo Mediaset) que despertaron las alertas de la Comisión Nacional de la Competencia, que impuso restricciones, como la imposibilidad de que negocien su publicidad de forma conjunta. El problema, explica Lidia Sanz, es que «si tenemos menos ventanas y se concentran se encarece la publicidad y hay menos pluralidad. Los compromisos que adquirieron las cadenas ayudaban a que la fusión fuera menos dañina».
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