Para ello, aparte del común acuerdo de quienes detentaran los derechos de explotación, sería necesaria la creación de un instrumento razonable de medición del carácter más o menos educativo del producto. El siguiente paso sería confeccionar un catálogo de producciones audiovisuales lo más completo posible que se fuera actualizando continuamente. Dicho catálogo debería contener recomendaciones precisas para un eficaz uso pedagógico de ese material por parte, sobre todo, de profesores y alumnos.
Mientras las series documentales, dramáticas, los reportajes, los debates y demás tipos de programas de televisión de carácter educativo no estuvieran a libre disposición de todos, el lugar de la red cuya creación se propone en este escrito podría sencillamente mencionarlos, describirlos y redirigir la atención hacia otro lugar donde sí pudiera hacerse uso del contenido en cuestión, o alquilarlo o comprarlo si se considera oportuno.
La creación de este lugar de Internet, este almacén universal de productos audiovisuales susceptibles de auxiliar en la educación reglada en primaria y secundaria sobre todo, y en algún caso también en la universitaria, comenzaría con la creación del catálogo de lo ya producido y explotado comercialmente por las televisiones públicas de todo el mundo