Una de las primeras iniciativas del equipo encabezado por Manuel Ventero (director de informativos de RNE durante el anterior Gobierno del PP), fue relevar a los responsables de los dos espacios punteros: Juan Ramón Lucas, que conducía el matinal En días como hoy, y Toni Garrido, al frente del vespertino Asuntos propios. La sustitución de ambos ha provocado un seísmo en las respectivas franjas horarias, en las que se concentra un gran consumo de radio, y la onda expansiva ha contagiado a todo el dial.
El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, negó este mes durante su comparecencia en la comisión de control parlamentario que la audiencia de RNE se hubiera desplomado de manera generalizada. Usó como argumento el hecho de que Radio 3 y Radio 5 han mejorado los datos. Pero las comparaciones no dejan de ser odiosas: Radio 1 ha perdido 450.000 oyentes (el 23,1%) y Radio 5 ha ganado apenas 20.000 (5,9%). Echenique achacó el retroceso de Radio 1 al cambio de programación y al arranque de caras nuevas, a las que definió como "la flor y nata" de la cadena. "Hemos apostado", apuntó, "por el equipo de la casa, profesionales de toda la vida formados en RNE". A preguntas de la oposición, Echenique enfatizó que en las tertulias hay "un elenco de todas las tendencias e ideologías", reflejo de "la panoplia" de la sociedad.