Desde 1970 la gallina Caponata ha hecho varias visitas a la Casa Blanca. Allí Pat Nixon consideró inapropiado que el popular personaje de Barrio Sésamo le pusiera su ala amarilla sobre el hombro. Betty Ford se fundió en un abrazo. Hillary Clinton y Michelle Obama patrocinaron con ella la comida sana. Y Barbara Bush fue dejando atrás a toda una fila de dignatarios para saludar «a una vieja amiga». Si Mitt y Ann Romney llegan al 1.600 de la Avenida Pensilvania, está por ver que la historia de amor se repita.
El miércoles, en el primer debate presidencial con Barack Obama, el candidato republicano le dijo al moderador, Jim Lehrer: «Lo siento Jim, voy a acabar con el subsidio a la PBS», la tele pública donde Lehrer presenta un noticiario y desde hace 43 años tiene su hogar Barrio Sésamo. «Me gusta PBS, amo a Caponata, me gustas tú, pero no voy a seguir gastando dinero en cosas para tomar prestado dinero de China».