La CNMC también ha elaborado una nota de prensa en la que muestra la parte de este informe que se refiere a la opinión de los ciudadanos sobre RTVE y su seguimiento de la cadena estatal.
Los resultados de dicha encuesta, que se puede consultar en este enlace, no dejan de ser sorprendentes, especialmente si los comparamos con los resultados de otra encuesta recientemente aparecida, la del CIS, que recoge algunos aspectos similares. Las diferencias entre las dos encuestas estriban principalmente en el porcentaje de personas que siguen los informativos de la cadena pública.
Según la mencionada encuesta de la CNMC, un 54.2% de los españoles NO se declara espectador habitual de los informativos de RTVE (La 1. La 2 y 24 Horas). Es decir, un 43 % SÍ es espectador habitual de los informativos de la cadena pública.
Sin embargo, los datos distan mucho de los ofrecidos por el CIS que quedan reflejados en el siguiente gráfico:
Según la CNMC, como decíamos, un 43,1 % de los españoles se declara espectador habitual de los informativos de RTVE. Sin embargo, según el CIS SOLO un 19, 2 % de la audiencia sigue la información política y electoral en La 1.
Es cierto que las preguntas son diferentes, puesto que un televidente puede seguir la información por varias cadenas y preferir una frente a las otras, pero no es muy probable que esto ocurra, al menos en la magnitud que parece indicar la disparidad de las dos encuestas.
A primera vista, por tanto, los datos de una y otra encuesta no son compatibles y la desviación es enorme. Tan grande es la disparidad de las dos encuestas que nos hacen preguntarnos cómo es posible que ocurra algo así, dado que los dos organismos, el CIS y la CNMC deben ser referentes en cuestiones fundamentales para evaluar la calidad democrática en nuestro país, como son la independencia y la credibilidad de los informativos de RTVE.
La encuesta de la CNMC muestra un gran número de personas indecisas o que no se decantan por responder afirmativa o negativamente a las preguntas relativas a RTVE.
Este mismo hecho lo podemos comprobar en otra cuestión siempre polémica: la objetividad de los informativos de la cadena pública. Así, a la pregunta de si los informativos de TVE (no se pregunta por ninguna emisora de RNE, aunque se especifica “RTVE” en el Panel) son objetivos, un 24,9 % responde que no lo son, mientras que un 23,9% responde que sí lo son.
Lo sorprendente de la respuesta es el número de “indecisos”, de personas que no saben si los informativos de TVE son objetivos o no, que la CNMC cifra en el 37,4 %. Es decir: el número de personas que no es capaz de afirmar o negar si los informativos de TVE son objetivos o no lo son es mucho mayor que el número de los que opinan que sí y también muy superior al de los que opinan que no.
La existencia de una “mayoría silenciosa” de este tamaño, hace imposible extraer conclusiones de opinión en un sentido o en otro, lo que parece invalidar el sentido inicial de la encuesta, que no debe ser otro que el indicar un estado de opinión respecto a la objetividad de los informativos de TVE (a no ser que se pretenda mantener que el estado de opinión es que no hay opinión).
Hay que recordar que las evaluaciones cuantitativas no son siempre significativas y que una encuesta tiene una validez muy relativa para evaluar aspectos como la pluralidad, la neutralidad o la independencia. Aspectos como la complejidad de las preguntas o la categorización de las respuestas opcionales hacen que los resultados puedan ser bien diferentes. Respecto a estas cuestiones de evaluación sería deseable que la CNMC depurara y perfeccionar sus métodos de evaluación de los aspectos fundamentales del servicio público de RTVE, ya que es el organismo que legalmente debe hacerlo, (junto con la Comisión Mixta de Control del Parlamento que lleva alrededor de un año sin constituirse - por razones tan obvias como lamentables para el control efectivo de la CRTVE-).
La carencia de herramientas válidas de monitorización del servicio público de RTVE es preocupante en sí misma y así lo manifestó la CNMC en su reciente informe sobre la CRTVE. Pero mucho más preocupante que la falta de herramientas de evaluación y monitorización adecuadas es la utilización de herramientas ineficaces y de dudosa utilidad para establecer conclusiones sobre temas tan complejos como la imparcialidad de los informativos de RTVE. Sería deseable que, como también manifiesta la CNMC, se dotara a esta entidad reguladora de recursos suficientes para desempeñar su labor, pero sería más deseable aún que, mientras la CNMC no cuente con esas herramientas, no publique o de por válidos resultados obtenidos con semejante insuficiencia de medios y recursos. La evaluación del servicio público que ofrece RTVE merece un tratamiento profesional y fiable, que permita extraer conclusiones razonables y juzgar y evaluar la actuación de RTVE de una manera lógica, racional y fundada en herramientas confiables.
Roberto Mendès.
Editor de maialab.com
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