¿Cómo ha encontrado RTVE tras esta larga interinidad? Con muchísimas expectativas y con una esperanza contenida. Mi función es abrir paso a la esperanza y acabar con la interinidad y la zozobra. ¿Cuál fue su primera decisión?
Vine al despacho e hice una comunicación a los trabajadores. Vi la bandera de España y decidí añadir la europea. Es un símbolo de que somos europeos, internacionales; de que los problemas que nos abruman, y en RTVE es importante decirlo, no son únicos.
¿Y además de símbolos? Lo segundo, más estructural, fue objetivar y justificar todas las decisiones. Había que poner orden y ritmo. Romper la rutina y la inercia, que todas las decisiones fueran por escrito y colegiadas. A RTVE se le miran mucho las cuentas. ¿Cuáles son, cuáles serán las vías de financiación?
Es una decisión parlamentaria. Me gustaría que fuera estable y no publicitaria porque estaríamos sometidos a vaivenes de mercado, nos restaría independencia. Si somos medios públicos, el Estado debe garantizar que planifiquemos con estabilidad financiera y suficiente.
¿Está bien dotada respecto a otras televisiones? La comparación no es fácil. La BBC incluye radio y televisión; France Televisión, no; en Italia hay terceros canales… Nuestra democracia tiene pendiente, más en tiempo de desinformación, asegurar la estabilidad para mantener la independencia. Pero dan la impresión de una estructura mastodóntica. No quiero ser soberbio, pero los ingresos de las privadas no están muy lejos de los nuestros. Nadie tiene una orquesta y coros. Ni un servicio de respuesta a la audiencia con 1.500 preguntas en un mes, ni la obligación de alianzas con instituciones sociales, ni la distribución en centros territoriales... Sacamos mucho rendimiento a cada euro. Somos soporte del patrimonio audiovisual del país, y ¿cuántos canales hay dedicados a la educación y la cultura, a la producción infantil, a la gente joven, a la creatividad…?
¿Cuánto dinero le falta a TVE?
La expectativa con la ley de financiación era de 1.300 millones de euros. No estamos cerca. Deberían ser unos 1.400-1.500 millones estables, incluyendo nuevas obligaciones con la producción de cine. Y fondos que permitan, y que ojalá vengan de Europa, la transformación digital, también al servicio de la España vaciada.
Están volcados con el visionado en diferido, online. ¿Por qué?
Mantener que la gente ve la televisión a la misma hora en el sofá de su casa es condenarse al pasado. Ahora, cualquiera de nosotros ve la tele, oye la radio, consulta interactivos, en cada momento, en cualquier lugar, en la playa, en su casa… Y puedes recuperar los titulares del telediario aunque llegues tarde, en cualquier sitio y dispositivo. Es un reto que estamos ya afrontando.
Ha dicho que la audiencia, que está en el punto de mira por sus mínimos, le ocupa, pero no le preocupa.
Sí, primero y fundamental: todas las encuestas tienen un margen de error, que sube en algunos casos y baja en otros, lo que significa que en realidad podemos estar empatados con los competidores.
Los audímetros son un método antiguo de medir. Por tanto, llegar a la audiencia me ocupa, nos ocupa a todos, pero es que llegamos. Cerca de cinco millones de personas se han suscrito a PlayTV y no hemos hecho una campaña con las Olimpiadas. El dato de junio de televisión en diferido ha sido buenísimo, un 14,7%.
Nadie votó contra su nombramiento en el Congreso.
Yo me fijo más en que votaron a favor, pero el mérito no es mío. Creo que hay en el país una necesidad de conciliar, de sosegarnos, de defender las políticas de Estado y los medios públicos. Voy a defender mantener la independencia de televisión al mismo tiempo que el soporte de la mayoría parlamentaria, que en una democracia representativa es el apoyo de la población.
¿Qué políticos del Congreso tienen su móvil? No lo puedo saber, porque cuando se lo das a uno, lo puede pasar a todos, ¿no? Me llaman muy pocos políticos, y se lo he dado con mucho gusto a miembros de la comisión mixta de control Congreso-Senado. Siempre digo que bienvenidas las sugerencias, pero que las injerencias están prohibidas por ley.
Usted creó La aventura del saber. ¿La cultura está reñida con la televisión?
El título lo dice, saber es una aventura. Hay dos clases de personas, los que no que quieren aprender nunca, y quienes siguen el eslogan de la Ilustración, la apuesta por salir de la superstición: ‘Atrévete a saber’. Esas ganan el futuro. Ahora quiero que nos atrevamos a aprender y a saber juntos.
Entrevista: https://www.20minutos.es/noticia/4806475/0/jose-manuel-perez-tornero-rtve-gente-ve-tele-sofa-pasado/
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