[El Mundo]
La parálisis parlamentaria en la renovación de la Presidencia de RTVE no perpetuará a quien ostenta el cargo, sino que aboca a la cadena a perder ese puesto de responsabilidad. A partir del 22 de junio, la corporación afrontará un problema similar al que sufrió del verano de 2011 al de 2012, es decir, desde la dimisión de Alberto Oliart hasta el nombramiento de Leopoldo González-Echenique: la pérdida de una figura con funciones ejecutivas que tome las riendas de la gestión.
El actual presidente, José Antonio Sánchez, recordó este martes en la comisión de control parlamentario la expiración de su mandato. Tal y como corroboró la propia RTVE, «a partir de esa fecha, por imperativo legal, sólo podrá seguir ejerciendo sus funciones de consejero», dentro de una cúpula compuesta a día de hoy por nueve miembros. Sánchez repitió ayer cual mantra ese fin de etapa, según fuentes de este diario: en la reunión del consejo de administración de RTVE, manifestó que lo trasladará al Congreso y que seguiría como mero consejero. Asumir esta tesis implica devolver a la pública a una de sus eras más caóticas, lo cual es mucho decir: la Presidencia rotatoria de los consejeros que se estableció a raíz de la dimisión de Oliart, etapa en la que estos no podían organizar el día a día por no tener funciones ejecutivas. Así lo plasmó un informe elaborado en 2011 por el Congreso al que ha tenido acceso este diario: «Las competencias del presidente de la corporación (...) no son susceptibles de ser atribuidas al consejo».
Sánchez puede seguir como consejero, incluso como presidente del consejo, pero ni él ni otro miembro de ese órgano ostentaría las funciones ejecutivas del presidente de RTVE, que van de la designación de directivos a la firma de contratos. Por tanto, la enmarañada renovación parlamentaria –amenazada más si cabe por la moción– no prolongaría la etapa de este presidente, una opción criticada por la oposición, sino que condenaría a un descabezamiento. Si los grupos parlamentarios no formulan el concurso público para reemplazar a Sánchez, podrían tener que rogarle su permanencia.